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EFE-JERUSALÉN Miles de israelíes a lo largo de la línea divisoria entre su país y Cisjordania pueden desde ayer portar armas para su autodefensa de los ataques de los militantes palestinos de la «intifada». La decisión, aprobada por el Ministerio del Interior, el encargado de otorgar a los civiles las licencias para portar armas, fue adoptada por recomendación de las autoridades militares y policiales, informaron ayer fuentes del Gobierno.

El Ministerio se negó a difundir cuáles son las localidades cuyos vecinos, a lo largo de los 300 kilómetros de esa línea divisoria, podrán llevar armas, que sólo podrán emplear para su autodefensa. Hasta ahora, sólo los colonos de los asentamientos judíos y los israelíes que por razones de trabajo circulan por los territorios palestinos ocupados estaban autorizados para llevar armas con esa finalidad, aunque, en algunas ocasiones, algunos extremistas las emplearon contra palestinos sin que mediara provocación.

Mientras, sobre el terreno la situación es de tensa calma con incidentes aislados entre palestinos e israelíes. La nueva situación ha permitido que el director de la CIA, George Tenet, participará en las negociaciones sobre seguridad entre israelíes y palestinos como enviado especial del gobierno de EE UU. El responsable de la Agencia Central de Información (CIA) de EE UU llegará a la región hoy tras considerar el presidente Bush que la tensión disminuye.

Mientras, Israel ha denegado al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, el permiso que había solicitado para que se le permita volar de la ciudad cisjordana de Ramala a Gaza en su avión privado.