Augusto Pinochet fue ingresado de nuevo ayer en el hospital durante dos horas por sus continuos problemas de salud.

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El sobreseimiento del proceso fue solicitado el pasado 1 de febrero por la defensa del ex dictador (1973-1990) a causa del deteriorado estado de salud del general retirado, que, según un parte médico, sufre de «demencia vascular subcortical leve a moderada». La resolución del fiscal Rocha al tribunal de alzada, contenida en un informe de siete páginas, se ampara en el artículo 19 de la Constitución que resguarda el derecho a la vida y a la integridad de las personas. En su informe, Rocha indica que el estado de salud del octogenario general hace imposible seguir adelante con el proceso en su contra. Para la confección del informe, que para la Corte es sólo una sugerencia, el fiscal Rocha empleó tres semanas, plazo que fue considerado excesivo por la defensa del octogenario general. Según el procedimiento judicial, este informe irá a la secretaría de la Corte y luego a la presidencia para un sorteo que determinará la sala en la que se alegará el sobreseimiento temporal de la causa.

El abogado de la defensa, Pablo Rodríguez, expresó su satisfacción con la recomendación del fiscal y afirmó que el ex jefe militar «no está en condiciones de salud de poder enfrentar una defensa y reconstituir los hechos en los que se le atribuye participación». Reconoció, sin embargo, que el documento tiene un carácter exclusivamente de informe, ya que «la Sala es absolutamente soberana en un sentido u otro». Respecto de la disposición de la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones que ayer ordenó la filiación inmediata de Pinochet, Rodríguez aseguró que la ley no establece que el general tenga que estar presente en la confección de su ficha policial. La diligencia, considerada humillante por los partidarios de Pinochet, consiste en la toma de fotografías de frente y perfil, así como de las huellas dactilares. El abogado de la acusación, Hugo Gutiérrez, recalcó, por su parte, que el informe no tiene carácter obligatorio.

Por otra parte, Pinochet estuvo dos horas ingresado en el Hospital Militar de Santiago de Chile, después de sufrir una subida de presión arterial. A pocas horas de conocerse el fallo de la Corte de Apelaciones, que ordenó la inmediata realización de su ficha como procesado, el ex dictador tuvo que ser llevado al centro asistencial, desde donde salió dos horas después con una orden médica de reposo absoluto. Según informó el general retirado Guillermo Garín, portavoz de la familia del anciano militar, Pinochet fue llevado al Hospital «porque se sintió mal». «Los médicos comprobaron un episodio de hipertensión arterial, que fue controlado», afirmó.

En el centro asistencial fue examinado por especialistas de cardiología, por los médicos que controlan su diabetes y también por los dentistas que vigilan la evolución de una operación dental que se realizó hace algunas semanas. Pinochet tiene cerca de 12 enfermedades asociadas especialmente a su diabetes miellitus y a su avanzada edad, 85 años. Usa marcapasos y audífonos, tiene hernias y ha sufrido accidentes vasculares cerebrales.