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EFE-JERUSALÉN Israel y la ANP siguen sin ponerse de acuerdo para alcanzar un alto el fuego, mientras los enfrentamientos en Cisjordania y Gaza continuaron a lo largo de la jornada de ayer, aunque con menor intensidad que en días anteriores. Tras el anuncio unilateral de un alto el fuego hecho el lunes por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, las múltiples declaraciones del liderazgo palestino y del israelí no han hecho sino aumentar la incertidumbre sobre su aplicación en el terreno.

El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Simón Peres, reiteró ayer que su país ha aceptado «en bloque» todas y cada una de las recomendaciones del informe Mitchell, pero los palestinos no lo consideran una respuesta positiva o clara por el momento. Así lo dijo ayer el jefe de la seguridad preventiva en la franja de Gaza, Mohamed Dajlán, quien afirmó que los palestinos no pararán su alzamiento contra la ocupación hasta que Israel evacúe todos los asentamientos judíos de Cisjordania y Gaza.

El informe Mitchell, presentado el lunes en Nueva York, instó a ambas partes a cesar de inmediato las hostilidades y a adoptar una serie de medidas para reconstruir la confianza con vistas a la reanudación de las negociaciones de paz. En declaraciones a la radio pública, Peres lamentó que el líder palestino, Yaser Arafat, no haya aceptado aún el alto fuego de Israel.

Pese a la «lluvia» de declaraciones, la violencia se cobró ayer la vida de dos palestinos en los enfrentamientos en Gaza y la de un civil libanés que entró con su avión Cessna en el espacio aéreo israelí. Los dos palestinos murieron por disparos de soldados israelíes en choques armados que se registran desde ayer en la localidad de Rafah, en el sur de la franja de Gaza, y en los que el número de heridos supera ya los sesenta, 15 de ellos ayer.