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AGENCIAS-JERUSALÉN El líder palestino, Yaser Arafat, aseguró ayer que la muerte de cinco policías autonómicos de Cisjordania a manos del Ejército israelí, la pasada madrugada, fue «un asesinato y una operación sucia e ilegal», y su gabinete envió una protesta formal a la ONU al respecto. Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), dijo que, pese al asesinato de los cinco policías, «el pueblo palestino se siente más fuerte que nunca, y no tiene miedo ni claudicará», y que «Israel debe ser castigado con dureza por sus crímenes».

Además, la ANP solicitó la convocatoria de una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar la muerte de los policías palestinos, así como el bombardeo de sus objetivos por parte del Ejército israelí en la franja de Gaza, alrededor de la medianoche pasada.

En otro incidente, soldados israelíes mataron a dos palestinos a media tarde de ayer en el centro de la franja de Gaza. Fuentes del lugar dijeron que los habían matado «sin motivo alguno», mientras que un portavoz del Ejército israelí dijo que los palestinos se habían acercado al cruce de Gush Katif de esa zona de la franja de Gaza, donde lanzaron una granada y dispararon contra ellos.

Por su parte, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, aseguró en el Parlamento israelí que Israel «no pretende provocan una escalada de violencia, y no creo que la haya», y dijo que la guerra depende de que los países de la región busquen una solución bélica.