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YIVKO BALSA-SKOPJE El modesto Ejército macedonio continuó ayer con los ataques a la guerrilla albanesa en el norte del país, mientras se aguarda la firma para formar un Gobierno de unidad nacional para negociar una autonomía consensuada con los albaneses. Las fuerzas centrales utilizan artillería y helicópteros, varios de ellos alquilados, contra las posiciones de la guerrilla en el pueblo de Vaksince, en la zona septentrional de Kumanovo, escenario de combates desde hace días.

Los portavoces del Ministerio de Defensa y del Ejército, Georgi Trendafilov y Blagoja Markovski, respectivamente, informaron de que durante la mañana de ayer hubo provocaciones «de los extremistas» en torno al pueblo norteño de Orizare. En la madrugada de ayer, en presencia del jefe de política exterior de la Unión Europea (UE), Javier Solana, los principales partidos de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), macedonios y albaneses, acordaron formar una coalición de unidad nacional.

Solana se había desplazado urgentemente a la ARYM para atajar el plan del presidente macedonio, Boris Trajkovski, de imponer el estado de guerra, ante el rebrote de la violencia tras un mes de calma. Solana y el secretario general de la OTAN, George Robertson, pidieron el a funcionarios macedonios y líderes de los partidos políticos que negocien la autonomía albanesa, y pidieron a los extremistas que depongan las armas.