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EFE-JERUSALÉN Altos mandos palestinos e israelíes reanudaron ayer los contactos para tratar de restituir la calma en Cisjordania y Gaza, pero la primera reunión concluyó sin resultados a los diez minutos de comenzar. Oficiales de enlace del Ejército israelí y de los organismos palestinos de seguridad se reunieron este mediodía en la franja de Gaza para empezar a aplicar en el terreno los entendimientos alcanzados el sábado por la noche, aunque no consiguieron llegar a un acuerdo sobre qué debe hacerse primero.

Asimismo, esta noche altos mandos de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se entrevistarán en la residencia del embajador de Estados Unidos en Tel Aviv, Martin Indyck, para estudiar una propuesta palestina sobre la situación en Jericó. El jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat, ha propuesto a Israel que ponga fin al bloqueo a la ciudad cisjordana de Jericó a cambio de garantizar la seguridad de los israelíes en la carretera del Valle del Jordán, paralela a la frontera con Jordania.

Entre tanto, un destacado militar de la Inteligencia israelí dijo a los miembros del Comité parlamentario de Asuntos Exteriores y Seguridad que «las organizaciones islámicas están reorganizando sus filas y su capacidad bélica» y que «lo peor está por llegar». Israel ha sufrido tres atentados en las últimas 48 horas, el más grave de ellos, el domingo, en la ciudad de Kfar Saba, a unos 20 kilómetros al noreste de Tel Aviv.

Por otro lado, un niño palestino de 12 años murió esta mediodía en la franja de Gaza a causa de los disparos que le efectuaron soldados israelíes. Mohamed Muhared, del campo de refugiados de Jan Yunes, en el sur de la franja de Gaza, regresaba con su familia de un funeral cerca del asentamiento judío de Gush Katif, cuando fue tiroteado por soldados en una zona donde otros palestinos arrojaban piedras a los militares israelíes. Otras doce personas resultaron heridas durante el funeral de otro palestino víctima del Ejército israelí.