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EUROPA PRESS - MOSCÚ El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, afirmó ayer que la situación económica del país sigue siendo crítica por culpa de la burocracia, a la que acusó de interrumpir «la dinámica normal» de los negocios», según declaró en su discurso anual ante el Parlamento, el Gobierno y el cuerpo diplomático reunidos en el Kremlin, en el que señaló que el problema de fondo de la economía rusa es su enorme dependencia de las exportaciones de materias primas, lo que supone estar expuesto a las enormes fluctuaciones de los mercados mundiales.

El presidente, que aseguró que en el año 2000 se cumplieron, por primera vez en treinta años, las previsiones de crecimiento, lamentó que los ciudadanos rusos «rara vez invierten sus capitales dentro de su país» y defendió la continuación de las reformas liberalizadoras y el refuerzo del papel del Estado.

Por otra parte, el Kremlin consumó ayer su asalto para tomar el control de la única cadena independiente de televisión de Rusia con una disputada Junta General, destituciones, nombramientos y el envío de coches de policía a la sede de NTV.

La ofensiva final para imponer el control oficial al único canal de alcance nacional crítico con el poder relegó a segundo plano el mensaje del presidente Putin sobre el estado de la nación, en el que ni siquiera mencionó el problema de la libertad de prensa.