El ex presidente de Yugoslavia se entregó finalmente a la policía.

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EFE - BELGRADO «El arresto de Milosevic no ha sido efectuado por orden del Tribunal de La Haya y ni tiene relación alguna con su entrega a esa instancia. Ha sido detenido según la denuncia por el abuso de su cargo y transacciones financieras», declaró ayer en rueda de prensa el ministro serbio de Justicia, Vladan Batic.

El ex presidente se entregó en la madrugada del domingo a la policía en su residencia tras largas negociaciones y 36 horas de incertidumbre y tensiones por temor a se produjeran enfrentamientos con sus partidarios.

La noche del viernes al sábado, los guardias de Milosevic dispararon contra comandos que intentaron penetrar en la residencia para arrestar al ex presidente, e hirieron a dos agentes gubernamentales, tras lo que se desistió de la acción. Milosevic fue interrogado ayer por el juez de instrucción en el Penal Central de Belgrado, en que se encuentra. Ha comenzado la instrucción del caso y el juez determinó 30 días de detención preventiva, mientras dura la investigación, según el abogado defensor de Milosevic, Toma Fila, uno de los mejores de Belgrado.

Milosevic se declaró inocente por los cargos que se le imputan, indicó el abogado defensor, Fila, y anunció que hoy presentará una apelación a la decisión del juez por considerar que la detención preventiva no era necesaria.

«Milosevic se encuentra bien, con la tensión arterial un poco alta, esta mañana fue sometido a un examen médico, y se le han administrado sedantes», indicó Fila, quien señaló que visitó al ex presidente en el Penal Central con su esposa, Mirjana Markovic, líder de la izquierda yugoslava. Precisamente, la hija del ex lider yugoslavo, Marija, efectuó varios disparos tras el arresto de su padre, dijo el ministro serbio del Interior, Dusan Mihajlovic. «Cuando Milósevic abandonó su residencia, su hija se puso a disparar al aire», dijo el ministro.