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AGENCIAS - BELGRADO El ex presidente de la República Federal de Yugoslavia (RFY) Slobodan Milosevic, acusado de crímenes contra la humanidad por su participación en la guerra de los Balcanes, fue detenido anoche en su domicilio y conducido al Palacio de Justicia para prestar declaración, según el viceprimer ministro serbio, Carko Kovac.

Vuk Draskovic, presidente del Movimiento Serbio de Renovación (SPO), una de las principales fuerzas de la oposición a Milosevic durante su etapa en el poder, declaró que el ex primer ministro yugoslavo fue detenido por la policía. «Está claro, Milosevic ha sido detenido», declaró Draskovic, y añadió que «ignoro cuáles son los cargos de los que está acusado, es responsable de muchas cosas horribles», aunque al parecer ha sido detenido por un delito económico de poca importancia.

Además, cuatro coches de la marca Mercedes entraron en el Palacio de Justicia de Belgrado, dos de ellas con las ventanas tintadas, y se presume que Slobodan Milosevic iría dentro de uno de ellos para prestar allí declaració. Cientos de partidarios del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic se congregaron ayer por la noche ante la residencia de su líder en Belgrado, después de que un miembro de su Partido Socialista (SPS) anunciase en el Parlamento serbio que la Policía se disponía a detenerlo.

El presidente americano, George W. Bush, afirmó que está «listo para cooperar» con el arresto de Slobodan Milosevic si se le pide. «Hemos dicho siempre que Milosevic debería ser llevado a la justicia. Es un asunto que acabo de discutir con el secretario de Estado (Colin Powell). Seguimos la situación con mucha atención y cooperaremos si se nos pide», declaró Bush.

Tras la caída del regimen de Milosevic, EE UU presionó a los nuevos dirigentes de Belgrado para que se arreste al ex líder y que se lo entregue al Tribunal Penal Internacional para que sea juzgado por crímenes de guerra. El presidente yugoslavo Vojislav Kostunica se mostró hasta el momento reticente. El arresto de Milosevic y su entrega constituye una de las condiciones puestas por el Congreso para que se retome la ayuda económica estadounidense a Belgrado. Washington impuso un plazo hasta el 31 de marzo, que culmina hoy, a los dirigentes yugoslavos para acutar en este sentido.