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AGENCIAS - DANNENBERG Activistas antinucleares detuvieron ayer la marcha de un tren que transportaba desechos radiactivos procedentes de Francia a través de Alemania, pese a la presencia de unos 20.000 policías, el mayor despliegue de seguridad en tiempo de paz. Unos 200 manifestantes lograron romper los cordones de seguridad de la policía antimotines cerca de la localidad de Luenburg, a 50 kilómetros del destino final de los desechos, en Dannenberg, antes de ser transportados hacia la planta de almacenamiento de Gorleben. La policía mantenía a unos 20.000 efectivos a manos para tratar de prevenir las batallas que provocaron embarques anteriores, antes de que fueran prohibidos hace tres años.

Los agentes arrastraron a la mayoría de los manifestantes para quitarlos de las vías, pero se produjeron pocos actos de violencia. Activistas de Greenpeace subieron desde un bote a un puente del ferrocarril situado sobre un río cerca de la localidad de Hitzacker.