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EUROPA PRESS - MOSCÚ Al menos 21 personas murieron y otras 93 resultaron heridas por la explosión ayer de tres artefactos en la región del Cáucaso, en el sur del país, cerca de la frontera con Chechenia. Por el momento ningún grupo ha reivindicado la autoría de estas acciones, aunque el Kremlin responsabiliza a los separatistas chechenos de los mismos.

En Mineralnye Vody, en el sur del país, la explosión de un coche bomba, hacia las 8:00 hora española de ayer dejaron un saldo de 19 personas muertas y casi un centenar de heridos, según informaron fuentes policiales. Poco después, en la población cercana de Yessentuki, otro artefacto provocaba heridas a doce personas, según confirmaron las mismas fuentes. Una tercera explosión registrada en la región de Karatchaievo-Cherkessi ocasionó la muerte de dos personas, según varias agencias rusas. El coche, un Lada, estalló en el momento en el que dos policías lo estaban registrando por considerarlo sospechoso. Estos dos policías murieron en el acto.

A pesar de que nadie ha reivindicado la autoría de estos atentados, la policía ha detenido a un sospechoso, del que no se han precisado más detalles, y el presidente ruso, Vladimir Putin, ha convocado una reunión de emergencia de su gabinete. Asimismo, su enviado especial para el Cáucaso Norte, el general Viktor Kazantsev, se ha desplazado a la zona para evaluar la situación junto con un equipo de expertos.

Las causas de las explosiones todavía no están aclaradas, pero la zona ha sido objeto en varias ocasiones de los ataques de los chechenos en los últimos meses. El Kremlin asegura que ha estabilizado la situación en la república independentista de Chechenia, pero los ataques rebeldes siguen cobrándose las vidas de las tropas estacionadas allí. Las fuerzas rusas se retiraron de Chechenia a finales de la guerra de 1994-96, pero volvieron en 1999.