TW
0

Cuando el miedo cotizó esta semana en las Bolsas internacionales y el dinero huyó despavorido, se sucedieron jornadas bursátiles de fuertes caídas que alcanzaron pérdidas entre el 5 y casi el 8 por ciento. La «semana negra» se cerró, habrá que esperar al lunes para saber si continúa el nerviosismo. Los descensos se hicieron con volumen, los repuntes con poco entusiasmo ya que palabras como recesión, inflación en Europa y EE UU, deflación en Japón, divisas en torbellino cambiario, la nueva economía y las punto.com, cotizan a la baja en los mercados bursátiles.

El temor a que el enfriamiento de la economía norteamericana llegue a Europa provocó ayer nuevas caídas en el Viejo Continente y en el euro. La moneda única fijó ayer el cambio en 0'89 dólares, es decir el «billete verde» se paga a 186 pesetas. Como telón de fondo, esta misma semana, aumentó el precio del petróleo ante la proximidad de un recorte de producción por parte de la OPEP. Una semana de fuertes altibajos en los tres principales índices de Wall Street, con una caída final de 821 puntos, un 7'7 por ciento en el Dow Jones; 162 puntos, un 7'9 por ciento en el Nasdaq; y por último, 83 puntos, un 6'7 por ciento en el S&P 500. Este descalabro rompió decididamente soportes con un volumen de negociación alto.

Las Bolsas de Nueva York cerraron anoche con una fortísima tendencia a la baja, afectadas por las previsiones de beneficios de varias empresas del sector tecnológico. El Dow Jones Industriales, el índice más importante de las bolsas de Nueva York, bajó 203'64 puntos, un 2'03 por ciento hasta los 9.827'64 puntos.

En el segundo mercado del mundo, el índice Nikkei perdió un 3'12 por ciento en la semana para quedar en 12.232'98 puntos, después de sufrir, el martes, el mínimo de los últimos 16 años en 11.819'7. Japón sufre la ralentización de Estados Unidos que podría empeorar su sector industrial al perder su principal mercado exportador. «La percepción del inversor es que las empresas lo van a pasar peor a partir de ahora, y por eso están pagando menos por ellas», dijo Javier Esparza, director general del BBVA para Asia.