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FRANCE PRESS - MOSCÚ El secuestro de un avión ruso de la compañía Vnukovo Airlines por parte de tres chechenos se saldó ayer con la muerte de tres personas, después de que las fuerzas especiales saudíes decidieran asaltar el aparato al considerar que las negociaciones con los autores del hecho habían llegado a un «punto muerto». El Ministerio del Interior saudí confirmó la detención de dos de los autores de este acto, que fueron identificados como Aslambek Arsayev, un antiguo ministro del Interior checheno, y su hermano Sufian, por un representante checheno en Jordania.

Los cerca de 120 pasajeros que quedaban en el avión, en su mayoría rusos aunque también iban a bordo del aparato varios turcos y personas de otras nacionalidades, y la tripulación, fueron saliendo poco a poco del aparato al término del asalto, en el que murieron por los disparos efectuados uno de los secuestradores y un pasajero turco, mientras otra mujer, una de las azafatas, fue degollada por los secuestradores durante la acción militar.

Según declaró uno de los viajeros turcos por teléfono a una cadena de televisión de su país, el pasajero habría sido abatido por los servicios de seguridad saudíes y no por los secuestradores. Este testigo confirmó además que la azafata fue degollada por los secuestradores y que uno de estos fue abatido por los policías saudíes. Unas 45 personas habían sido liberadas en pequeños grupos.