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Una tormenta de críticas se ha desatado en Estados Unidos por la decisión del presidente George W. Bush de no obligar a las plantas de energía a eliminar el dióxido de carbono de sus emisiones. Cuando todavía no se cumplen los dos primeros meses de Bush en el Gobierno, sus críticos le acusan de violar la promesa de luchar por la pureza ambiental formulada durante la campaña electoral.

En opinión de algunos, ha seguido los pasos de su padre, el ex presidente George Bush, quien también en su campaña prometió que no habría nuevos impuestos durante su mandato y, sin embargo, los anunció poco después de asumir el cargo. Según los críticos, con su decisión Bush ha demostrado que le preocupa más favorecer a los sectores empresariales que cuidar la pureza del ambiente. El ambiente político se ha enrarecido en momentos en que una encuesta reveló que un 50% de los consultados cree que «otras personas» están a cargo de lo que ocurre la mayor parte del tiempo en el Gobierno de Bush y sólo el 42% piensa que el presidente tiene el control absoluto de la situación.

Frente a las críticas, Bush admitió el miércoles que se había retractado de su promesa de no exigir la eliminación de las emisiones de dióxido de carbono debido a los problemas energéticos que vive el país y no por las presiones industriales. «Estaba respondiendo a las realidades y la realidad es que nuestro país tiene un problema cuando se trata de la energía», expresó, al reiterar el temor de que los controles de emisiones contribuirían a encarecer los precios de la energía en un momento de incertidumbre económica.

Según los expertos en medio ambiente, el dióxido de carbono es uno de los principales factores causantes del llamado efecto invernadero, que contribuye a un calentamiento de la Tierra. Sin embargo, el gas que es producto de la quema de combustibles fósiles nunca ha sido considerado un factor contaminante en la vigente Ley del Aire Limpio porque no tiene un impacto negativo sobre el ambiente ni sobre la salud humana, excepto en lo que se refiere al calentamiento global, dijeron fuentes del Gobierno.