Colin Powell se reunió ayer con Yaser Arafat en Ramala.

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MIGUEL MURADO-JERUSALÉN El jefe de la diplomacia norteamericana pidió a Israel que levante las sanciones económicas contra los palestinos y trasladó a Arafat una serie de propuestas israelíes para disminuir la violencia en la región.

El caso de Israel se presenta, sin embargo, delicado. Aunque sin duda hostil a Irak, Estados Unidos prefiere limitar su papel en la alianza que intenta forjar por temor a enajenarse el apoyo árabe. De hecho, lo que Powell ha solicitado de los responsables israelíes es que reduzcan la tensión en su enfrentamiento con los palestinos. Washington teme que dicha tensión termine por desestabilizar la región y ponga en peligro los objetivos de la política norteamericana.

Más concretamente, Powell ha pedido a Sharon que levante o suavice las medidas económicas contra los palestinos. Desde hace meses, Israel mantiene cerrados los Territorios Ocupados y se niega a transferir al Gobierno de Arafat los impuestos recaudados a los palestinos. Tanto en Washington como en Europa preocupa el inminente colapso económico de la Autoridad Nacional Palestina y el caos y radicalización que se derivarían de ello.

En respuesta, Sharon ofreció levantar las sanciones a los palestinos «si disminuye la violencia y la incitación». Reconoció que existían «canales de comunicación» con la Autoridad Palestina y no descartó entrevistarse con Arafat, pero «sólo una vez que la calma haya vuelto» a los Territorios Palestinos.