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La Fiscalía del Tribunal de Apelación de Montpellier pidió ayer dos meses de prisión contra el líder del movimiento anti-globalización José Bové por su implicación en el secuestro de tres funcionarios del Ministerio de Agricultura en Rodez en marzo de 1999.

El fiscal, Michel Legrand, justificó su requisitoria porque «a fuerza de provocar, este sistema de violencia no puede ser erigido en modo de gestión sindical», mientras que Bové y los otros inculpados alegaron que se trató de una «acción espontánea y sindical llevada a cabo sin violencia».

Asimismo, Bové comparecía junto a nueve inculpados por los destrozos causados en un restaurante McDonald's de la localidad de Millau (sur) en agosto de 1999, el acto que lo hizo saltar a la fama mundial como luchador contra uno de los mayores símbolos de la globalización.