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YOLANDA PÉREZ-BRUSELAS La Comisión Europea extenderá a todo el año el régimen de destrucción de los bovinos de más de 30 meses introducido el primero de enero para eliminar las montañas de excedentes originadas por la crisis de las «vacas locas». Por otra parte, Bruselas propondrá hoy un recorte en algunas primas al ganado con el fin de desincentivar la producción comunitaria y evitar una acumulación masiva de excedentes que podría agravar la situación financiera de la crisis.

Ese recorte se traduciría, en el caso de España, en una reducción de 88.363 cabezas del cupo actual de bovinos machos con derecho a las ayudas comunitarias. En un informe que presentará hoy Bruselas manifiesta su intención de extender a todo el 2001 el régimen de compras para la incineración del ganado, sistema previsto inicialmente para un periodo de seis meses. Pero a partir del primero de julio, fecha en la que los test de detección de la enfermedad en animales de más de 30 meses serán obligatorios, sólo las reses que hayan sido analizadas podrán beneficiarse del régimen de incineración, que es cofinanciado con fondos de la UE y nacionales.

La incineración subvencionada «deberá aplicarse a los animales analizados una vez que los test sean obligatorios», señala textualmente el documento de la Comisión. Actualmente muchos animales son destruidos sin pasar por los test, como es el caso de los toros de lidia en España, circunstancia que enmascara la situación sanitaria real de los rebaños.