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SAUD ABU RAMADÀN - GAZA La Autoridad Nacional Palestina (ANP) e Israel interrumpieron ayer el diálogo sobre seguridad después de acusarse mutuamente de no cumplir lo acordado para contribuir a rebajar la tensión y facilitar la reanudación de las negociaciones de paz. La interrupción de los contactos sobre seguridad coincide con el plazo que el jefe de la CIA, George Tennet, había dado el pasado domingo a ambas partes para reducir la violencia, antes de retomar el proceso de paz.

Sin embargo, la ANP acusó a Israel de incumplir lo acordado en la última semana, pese a que la violencia por parte palestina se ha reducido de entre 35 y 40 a menos de 10 incidentes diarios. «No habrá ninguna reunión mientras Israel mantenga las medidas de seguridad y el bloqueo impuesto a Cisjordania y Gaza», dijo Saeb Erekat, jefe del equipo negociador palestino, quien añadió que no cree que se pueda llegar a un acuerdo en las próximas semanas.

Erekat consideró ayer que las delegaciones se reunirán a más tardar mañana y que es probable que el líder palestino, Yaser Arafat, se entreviste de nuevo con el ministro israelí de Cooperación Regional, Simón Peres. Palestinos e israelíes acordaron en su última entrevista del sábado que volverían a reunirse ayer, con el fin de evaluar los avances en el terreno.

Israel reabrió algunos pasos fronterizos y retiró varios puestos de control militares entre las ciudades y aldeas palestinas pero esta mañana cerró una de las principales arterias de Gaza -la que va desde la localidad de Dir El-Balaj, en el norte a Rafah-, con la excusa de que milicianos palestinos dispararon allí contra una patrulla israelí.

«Israel es el que no respeta sus compromisos con los palestinos, los pasos fronterizos permanecen cerrados, así como numerosas carreteras de Cisjordania y Gaza», manifestó Mohamed Dahlán, jefe de la Policía Preventiva palestina en la franja de Gaza. Asimismo los palestinos se quejan de que Israel ha restringido las horas que pueden operar en el aeropuerto de Dahaníe, en la franja de Gaza, y de que controles militares israelíes impiden el acceso a ese lugar al personal de tierra.