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EFE - SANTIAGO DE CHILE El regreso ayer de Augusto Pinochet a Santiago confirma que ahora sí está dispuesto a someterse desde mañana a los exámenes mentales y neurológicos dispuestos por el juez Juan Guzmán. Su nueva disposición, que sorprendió incluso a sus abogados, había sido anticipada por portavoz del ex gobernante militar, general retirado Guillermo Garín, quien además señaló que Pinochet había fijado su domicilio para efectos del interrogatorio en su finca costera de «Los Boldos».

Desde ese lugar, a 130 kilómetros de Santiago, donde estuvo desde el pasado jueves, desacatando los procedimientos decretados por el juez, salió ayer el desaforado senador vitalicio rumbo a su domicilio santiaguino de La Dehesa. El juez Guzmán, que el pasado domingo esperó en vano a Pinochet para que se le tomaran los exámenes que deben determinar si está en condiciones mentales y neurológicas de comparecer a juicio, optó por dar una nueva oportunidad al octogenario inculpado y, además de fijar nuevas fechas para los exámenes, aplazó igualmente el interrogatorio.

Según la resolución del magistrado, informada ayer a las partes, los exámenes se tomarán en el Hospital Militar hoy y mañana y podrán extenderse hasta el sábado, y el interrogatorio quedo fijado para el próximo lunes. La Defensa, que rechazaba el programa original por el escaso tiempo que quedaba entre los exámenes (7 y 8 de enero) y el interrogatorio (9), valoró de forma positiva el nuevo programa, pero insistió en que el interrogatorio debiera producirse sólo cuando se conozcan los resultados.

El interrogatorio es un mero trámite antes del procesamiento de Pinochet como autor de 18 secuestros y 57 homicidios en el caso de la «Caravana de la Muerte», pues el juez Guzmán ya procesó al ex dictador el pasado 1 de diciembre y su resolución fue anulada por los tribunales superiores sólo por la falta de ese requisito.