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FEMMY IRIZARRY - SAN JUAN El Estado Libre Asociado de Puerto Rico cuenta desde ayer con la primera gobernadora de su historia, después de que la ex alcaldesa de San Juan Sila Calderón jurara su cargo ante el juez presidente del Tribunal Supremo y varios presidentes latinoamericanos. La ceremonia comenzó con la investidura de senadores y diputados, que el próximo 8 de enero entrarán en funciones, cuando se reúna la decimocuarta sesión de la Asamblea Legislativa puertorriqueña.

Calderón, cuyos abuelos eran de Sóller, concluyó de esta manera una jornada que comenzó hace dos años, cuando asumió las riendas de su derrotado Partido Popular Democrático (PPD), entonces abatido por pugnas internas y en minoría. Antes, en 1996, ganó la alcaldía de San Juan cuando todo parecía indicar que el entonces gubernamental Partido Nuevo Progresista (PNP) aprovecharía el desgaste de ocho años de administración «popular». Entonces se impuso a la mujer fuerte del PNP, la presidenta de la Cámara, Zaida Hernández, a quien envió al retiro político tras la contienda.

En el pasado año, Sila Calderón dominó ampliamente los comicios con el cuarenta y ocho por ciento de los votos y amplia mayoría en el Senado, la Cámara de Diputados y los municipios del país. La gobernadora juró su cargo ante los presidentes de Haití, René Préval; Venezuela, Hugo Chávez; Panamá, Mireya Moscoso, y la República Dominicana, Hipólito Mejía.

En su mensaje inaugural aludió a los temas sobre los que centró su campaña electoral: la corrupción gubernamental y la presencia de la Marina estadounidense en la isla puertorriqueña de Vieques, además de la relación política de Puerto Rico con EE UU. Por otro lado, extendió su mano a los pueblos de América porque «nos unen raíces hispanas y caribeñas ... vivimos, pensamos y oramos igual». Sobre la relación con Estados Unidos, dijo que aunque los boricuas valoran la ciudadanía estadounidense, que les fue impuesta en 1917, «somos, antes que nada, puertorriqueños».