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EFE - JERUSALÉN La incertidumbre acerca del rumbo de la «intifada» reina en medios del Gobierno israelí y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), mientras sus respectivos líderes, Ehud Barak y Yaser Arafat, respectivamente, intentan relanzar en Washington el proceso de paz.

La «intifada» palestina contra la ocupación israelí puede recrudecerse después de la muerte el jueves de Husein Abayad, jefe de las milicias («tanzim») de Al Fatah, por las bombas lanzadas desde helicópteros israelíes en la aldea de Bet Sajur, del distrito cisjordano de Belén. La dirección del movimiento palestino Al Fatah en Cisjordania decidió en una reunión urgente que celebraron sus jefes tras la muerte de Abayad recrudecer los ataques contra Israel. «A partir de ahora Al Fatah se halla en estado de guerra con Israel y no se doblegará por ningún acuerdo de paz», dice un comunicado de dicho grupo, el más importante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ambos liderados por Arafat.

Según fuentes palestinas, en el ataque murieron también dos mujeres de la citada aldea cisjordana y otras siete personas resultaron heridas. «Después del ataque israelí, los palestinos se ven libres de todos los compromisos y actuarán contra Israel con los medios a su alcance y que consideren más apropiados», dijo en la reunión Husein A-Shej, uno de los jefes de las milicias «tanzim». Más de 50.000 personas asistieron ayer al entierro de Husein Abay. Los miles de palestinos que participaron en el funeral de Abayad marcharon hasta el cementerio de Belén e instaron a gritos a vengarse de Israel, mientras portaban fotos del difunto y hacían ondear banderas palestinas.

El líder de Al Fatah en Cisjordania, Maruán Barguti, afirmó que «los palestinos no se quedarán de brazos cruzados» en las actuales circunstancias, y responsabilizó al primer ministro israelí, Ehud Barak, de la muerte de Abayad. «Las milicias del 'tanzim' de Al Fatah saben bien cómo defender a su pueblo, y esto se comprobará a partir de ahora», dijo Barguti en alusión a posibles ataques contra objetivos israelíes.