Soldados israelíes disparan contra los palestinos en Gaza.

TW
0
EFE - JERUSALÉN/WASHINGTON Con las marchas de ayer, los palestinos querían protestar por el estado de sitio al que las tropas israelíes han sometido los territorios ocupados desde que se inició el levantamiento palestino, también conocido como «intifada de Al Aqsa». Un joven de 16 años, Nidal Dbeki, resultó muerto de un disparo en la cabeza en choques con el ejército israelí, y decenas resultaron heridos junto al paso fronterizo de Erez con Israel, al norte de la franja de Gaza.

Su muerte y la de otro manifestante no identificado se produjo horas después de anunciarse el fallecimiento en el hospital de la localidad de Jan Iunes, al sur de Gaza, de un niño de 13 años. El menor fue herido el sábado pasado durante enfrentamientos entre militantes palestinos y soldados israelíes destacados en la zona para proteger a 7.000 colonos de los asentamientos judíos en los territorios ocupados. Otro militante palestino murió ayer en choques con el Ejército israelí al concluir una marcha de protesta contra el sitio impuesto por el ejército en la ciudad autónoma de Jenin, en Jordania septentrional, la Samaria bíblica.

Según fuentes hospitalarias palestinas, el número de muertos en los choques con fuerzas de seguridad de Israel desde que comenzó el levantamiento, el pasado 28 de octubre, se eleva a 120, y los heridos, que abarrotan los hospitales de Gaza y Cisjordania son unos 4.000.

A la luz de los acontecimientos, el primer ministro israelí, Ehud Barak, advertía a Yaser Arafat que «no logrará nada con la violencia», mientras continuaba sus esfuerzos y llamamientos a la derecha y a todos los grupos políticos de Israel para que se unan frente a la crisis causada por el levantamiento palestino.