La dirección palestina, reunida anoche bajo la dirección del
presidente Yaser Arafat, acusó a Israel de no respetar los acuerdos
fijados durante la cumbre de Sharm el Sheij para poner término a la
violencia en los territorios palestinos.
El tiroteo en las cercanías de la ciudad cisjordana de Naplusa,
por el que el Ejército israelí amenaza con bombardear un campo de
refugiados palestino, demuestra que la Autoridad Nacional Palestina
(ANP) no quiere cumplir el acuerdo de Sharm el Sheij, según
manifestó momentos antes el primer ministro israelí, Ehud Barak. En
declaraciones a la prensa israelí, Barak aseguró que el tiroteo
había sido un acto «premeditado» por parte palestina. «Es un acto
muy grave, una violación muy seria por parte de la ANP de los
acuerdos firmados el martes en Sharm el Sheij», insistió Barak.
El Ejército israelí ha advertido a los habitantes del campo de
refugiados palestinos de Askar, cerca de Naplusa, de que abandonen
sus casas ante la inminencia de que helicópteros de combate
bombardeen la zona. El bombardeo se llevaría a cabo para poder
evacuar a los cuarenta colonos judíos que viven en una montaña
cercana donde desde hace unas seis horas se desarrolla un tiroteo
entre palestinos armados y soldados israelíes que llegaron para
proteger a los colonos.
Hasta el momento, un palestino y un colono han muerto y hay una
decena de heridos, tanto palestinos como israelíes. La advertencia
de evacuación fue lanzada a través de las ondas del servicio en
árabe de la radio pública israelí, así como desde helicópteros con
altavoces. Las causas del incidente permanecen aún oscuras y ambas
partes se achacan mutuamente de haber abierto el fuego y haber
violado el acuerdo de Sharm el Sheij.
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