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Un buque de guerra estadounidense sufrió ayer una explosión en Yemen en la que murieron cuatro marinos, diez se encuentran desaparecidos por el momento y otros 35 sufrieron heridas de diversa consideración. La explosión se produjo en una pequeña balsa neumática que ayudaba al buque a atracar. Washington no descarta que se trate de una acción terrorista relacionada con la escalada de violencia en los territorios ocupados.

Por el momento se desconoce si la embarcación llevaba explosivos para perpetrar un atentado terrorista, según la teniente Meghan Mariman, quien se limitó a decir que «el pequeño barco sobre el que se produjo la explosión estaba tratando de ayudar al amarre» en el puerto de Aden.

El estallido, que abrió una brecha de 5 metros por 10 en el casco del destructor ´US Cole´, se produjo cuando la balsa "aún sin identificar" pasaba junto a la proa del barco. Este viajaba hacia el golfo Pérsico y tenía prevista una escala de cuatro o cinco horas para repostar carburante.

La portavoz señaló que es poco probable que el ´Cole´ hubiera comenzado la operación de abastecimiento de combustible cuando se produjo la explosión, pues aún no había llegado al muelle. Dos navíos de la Armada estadounidense se dirigen a Aden para ayudar en las operaciones de rescate y recoger a los supervivientes, añadió la teniente.

La Casa Blanca se negó a descartar la hipótesis de un atentado como causa de la explosión y responderá con «medidas apropiadas» si se trata de un acto terrorista. Estados Unidos «utilizará todos sus medios para determinar los hechos», dijo la secretaria de Estado, Madeleine Albright.