La tensión entre los palestinos crece mientras se ultiman los contactos internacionales.

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La tensión aumentó en Oriente Medio, tras el ultimátum del primer ministro israelí, Ehud Barak, al líder palestino, Yaser Arafat, para que ponga fin a la violencia en la región en 48 horas y la negativa de Hizbulá a entregar a los tres soldados israelíes capturados el sábado por ese grupo chiíta pro-sirio.

Barak advirtió el sábado a Arafat que si no pone fin al levantamiento palestino en un plazo de dos días dará «por terminado el proceso de paz» y ordenará «al Ejército (israelí) usar todos los medios para acabar con la violencia».

En el Líbano, donde ayer se extendieron los enfrentamientos que desde hace once días se suceden en los territorios palestinos, «Hizbulá» atacó varias posiciones israelíes en el sur del país y secuestró a tres soldados de su ejército en una incursión en la zona fronteriza entre Israel, Líbano y Siria

En su intervención televisada, Barak aludió también al secuestro de estos tres soldados para prometer que «no ahorraremos esfuerzos para devolverlos a casa» y advirtió a sus conciudadanos de que «nos espera un periodo difícil».

El ministro de Comunicación israelí, Binyamin, Ben-Eliezer, pidió, incluso, bombardear Beirut cada tres horas hasta que se ponga en libertad a los tres soldados. Afirmó que no cesarán en sus acciones «hasta lograr la liberación de los 19 libaneses que permanecen en cárceles israelíes» y que Israel salga de todo su territorio «incluidas las granjas de Cheba».

La respuesta internacional a la escalada de la tensión en Oriente Medio no se ha hecho esperar, y Estados Unidos ha recurrido a España y Francia para que pidan a Irán que medie ante Hizbulá por la suerte de los tres soldados israelíes capturados, informó la cadena de televisión CNN.