El presidente Estrada anunció a través de la televisión la ofensiva emprendida contra el grupo separatista.

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EFE - FILIPINAS Dos brigadas de infantería integradas por cuatro regimientos, en total unos 2.000 soldados apoyados por helicópteros de combate y barcos de guerra, participan en el asalto militar, que comenzó esta madrugada con un bombardeo sobre las áreas de Talipao y Batikul. Allí tenía confinados Abu Sayaf a los rehenes: trece filipinos, tres malasios, dos periodistas franceses y un estadounidense.

El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Filipinas, general Angelo Reyes, indicó que los encargados militares de la operación «no han reportado daños en ninguno de los rehenes». El Ejército tiene bloqueado el acceso y salida de la pequeña isla de Joló, han cortado las líneas telefónicas y no comentan sobre el desarrollo de la operación.

Reyes añadió que «los rebeldes huyen y nuestras tropas les siguen los pasos» y confirmó que han capturado a varios de ellos. El militar no ofreció cifras sobre bajas en la operación, pero los residentes desplazados que se han refugiado en la capital de Joló hablan de decenas de muertos y un número mayor de heridos.

«En mi capacidad como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, ordené una operación de rescate para liberar a los 19 rehenes que retiene el terrorista Abu Sayaf en varias partes de Joló». Con este párrafo abrió Estrada el anuncio a la nación del ataque al grupo separatista, que apareció en 1991 con la intención de establecer un estado islámico independiente en Mindanao y desde entonces se ha destacado por sus acciones extremistas. «He tomado esta difícil decisión consciente del grave riesgo que los rehenes y nuestros soldados enfrentarán».