Un tribunal paquistaní condenó ayer a 14 años de cárcel al depuesto
primer ministro Nawaz Sharif, después de hallarlo culpable en un
caso de corrupción.
La condena, que le inhabilita también para desempeñar cargos
públicos durante los próximos 21 años, es la más dura que podía
recibir según la ley especial anticorrupción promulgada por el jefe
del Ejecutivo, general Pervez Musharraf, que le depuso en un golpe
de Estado incruento el 12 de octubre. Nawaz Sharif fue hallado
culpable de no reflejar en su declaración sobre la renta el dinero
invertido en la compra de un helicóptero ruso que utilizó para su
campaña electoral en 1993 y tendrá que pagar también una multa de
370.000 dólares (20 millones de rupias).
El depuesto primer ministro, que acusó al régimen castrense de
estar llevando a cabo una «caza de brujas», calificó de
«sinsentido» los cargos presentados contra él en este caso de
corrupción, y boicoteó el juicio negándose a presentar una defensa.
Sharif fue condenado en abril a dos cadenas perpetuas por un
tribunal antiterrorista que le halló culpable de secuestro y
terrorismo, ambos cargos relacionados con los incidentes que
condujeron al golpe militar.
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