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AGENCIAS - WASHINGTON El proyecto estadounidense de sistema antimisiles (NMD) corre serio peligro de suspenderse. En próximas fechas, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, deberá pronunciarse sobre si aprobará o no su despliegue, tras fracasar los dos últimos ensayos del sistema (el último, esta noche) y teniendo en cuenta las posibles consecuencias que sobre el equilibrio nuclear, vigente desde la guerra fría, podría acarrear el NMD.

La noche del viernes (según horario español) fracasó, por segunda vez consecutiva, un ensayo considerado como decisivo para valorar la eficacia del NMD, al no lograrse interceptar un misil lanzado como blanco, según informó el Pentágono. Un misil interceptor lanzado desde un atolón del Pacífico falló en su misión de alcanzar otro misil empleado como blanco y que había sido disparado desde la Base Aérea Vandenberg, en California. En esta ocasión, un misil interceptor lanzado desde un atolón del Pacífico no consiguió interceptar otro misil empleado como blanco y que había sido disparado desde la Base Aérea Vandenberg, en California. «Puedo informarles de que hemos fallado a la hora de alcanzar e interceptar» el blanco, dijo el portavoz del Pentágono Bryan Whitman.

Este fue el tercer ensayo en el espacio del proyecto norteamericano de ´escudo´ antimisiles (NMD). En octubre de 1999 fue realizado con éxito un primer ensayo de este polémico proyecto, pero la segunda prueba "efectuada en enero" resultó un fracaso, al igual que esta última. Del resultado de estas pruebas dependerá en gran parte la decisión del presidente Bill Clinton de continuar o no este polémico programa, que tiene un costo total de unos 60.000 millones de dólares. Se espera que, a finales del próximo mes de septiembre, el presidente se pronuncie sobre el proyecto después de escuchar la opinión del secretario de Defensa, William Cohen.