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AGENCIAS - SANTIAGO Violentos disturbios estallaron ayer en Santiago, cuando la policía reprimió a manifestantes que exigían «castigo» al ex dictador Augusto Pinochet frente al palacio presidencial de La Moneda. La policía militarizada de Carabineros utilizó chorros de agua para disolver la manifestación en las puertas de la sede de Gobierno, donde resultó herido un periodista del diario estatal La Nación. La violencia estalló después que grupos de jóvenes izaran a media asta las banderas chilenas que ondean en los mástiles de la plaza.

El incidente, que dejó un número indeterminado de detenidos, fue la culminación de una marcha de miles de manifestantes que, por segundo día consecutivo, exigieron que el ex dictador Augusto Pinochet sea enjuiciado en Chile, tras su regreso de Londres, donde fue liberado por «razones humanitarias» al cabo de 503 días de detención. «Ésta es la presión del pueblo, que exige justicia», dijo, en medio de la manifestación, la diputada Isabel Allende, hija del presidente socialista Salvador Allende, derrocado durante el cruento golpe militar que instaló a Pinochet en el poder por 17 años.

El presidente electo, Ricardo Lagos, afirmó por su parte que su Gobierno hará un tremendo esfuerzo pora demostrar al mundo que Chile es un país democrático, donde manda la autoridad elegida por el pueblo y «donde las Fuerzas Armadas son disciplinadas, obedientes y no deliberantes». Lagos dijo que trabajará para mejorar la imagen internacional del país, afectada por los hechos que han rodeado al caso Pinochet, en especial el recibimiento solemne brindado al ex dictador por los militares.

La marcha de ayer, que encabezó la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos, congregó a miembros del Partido Socialista, el Partido Comunista, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y otras organizaciones que impulsan las 61 demandas criminales acumuladas en Chile contra Pinochet, la última presentada ayer. El Presidente de Chile, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, comentó por su parte que «yo cumplí mi compromiso y ahora son los tribunales los que tienen la palabra». Entre tanto, los partidos que integran la coalición que gobierna Chile desde el final de la dictadura demandaron al Gobierno una actitud decidida y exigieron que Augusto Pinochet sea procesado.