El interrogatorio de los cinco tripulantes ha permitido confirmar
que los secuestradores, entre seis y diez hombres, están armados
con pistolas, según la policía de Essex, condado en el que se
encuentra el aeropuerto, a unos 70 kilómetros al norte de Londres.
Las fuerzas de seguridad también informaron de que nadie resultó
herido en la huida de los miembros de la tripulación.
John Broughton, el subcomandante de la policía de Essex, aseguró
que «desde las cámaras de seguridad se ve que dos de los hombres
armados llevan pistolas, lo que no es nada sorprendente». La
policía ha negado que la «espontánea» huida de los miembros de la
tripulación vaya a mermar las posibilidades de un final pacífico
del incidente. Cuatro miembros de la tripulación del avión de
«Ariana» escaparon a través de la ventana de la cabina en la
medianoche del martes, mientras que un quinto hombre, un asistente
de vuelo, fue arrojado de la nave por la escalerilla de cola. John
Broughton aseguró que «cualquier persona liberada del avión es un
paso positivo. Nos gustaría que los 151 pasajeros aún a bordo
también puedan salir». Entre los retenidos, se encuentran 21 niños,
17 mujeres y hasta 40 miembros de una misma familia, según cálculos
de la policía. El subcomandante de la policía de Essex insistió en
que «la tensión» generada por la fuga entre los secuestradores ya
se ha disipado.
Broughton declinó hacer comentarios sobre si los piratas aéreos
quieren solicitar asilo político en el Reino Unido, una versión que
gana cada vez más adeptos. Esa hipótesis ha cobrado mayor peso con
la llegada a Stansted de la funcionaria de la Alta Comisaría de la
ONU para los Refugiados (ACNUR) Hope Hanlan, como asesora
independiente, con el objeto de proporcionar la mayor información
sobre la situación en Afganistán.
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