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JUAN C. BARRENA - VIENA El nuevo canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, superó ayer una moción de censura presentada en su contra por los Verdes, gracias al apoyo de la cómoda mayoría parlamentaria de que dispone la polémica coalición de populares (OEVP) y los liberales (FPOE) del ultranacionalista Joerg Haider. Al término de un acalorado debate sobre la responsabilidad de Schüssel del aislamiento a que se ve sometida Austria tras la formación del nuevo Gobierno, el líder popular vio con satisfacción cómo la moción era rechazada de plano con los votos de la coalición, frente a los que emitieron verdes y socialdemócratas (SPOE).

La discusión en la Cámara Baja de la república alpina, en la primera sesión desde la toma de poder de la coalición de OEVP y FPOE, tuvo lugar en medio de severas medidas de seguridad, con el Parlamento aislado en un radio de 300 metros por más de 600 agentes antidisturbios.

La presencia policial se debía a los centenares de manifestantes que protestaron pacíficamente y que posteriormente se sumaron a quienes, desde el viernes pasado, expresan ruidosamente su repulsa contra el nuevo gabinete todas las noches por las calles de Viena. En su intervención ante los diputados austriacos Schüssel, ministro de Exteriores del anterior Gobierno, reconoció que los distintos socios de la Unión Europea le habían advertido de que una coalición con el FPOE de Haider no era de su agrado, pero subrayó que las sanciones supusieron una desagradable e inesperada «sorpresa».