Más de diez mil austríacos se manifestaron ayer en Viena para protestar contra la entrada de la ultraderecha en el próximo Gobierno del país.

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FRANCE PRESS - VIENA Miles de personas se congregaron ayer ante la sede central del Partido Popular Austriaco (OEVP), en protesta contra la coalición de Gobierno que esa formación aspira a establecer con el ultraderechista Partido Liberal (FPOE). Más de 10.000 personas, según la Policía, se reunieron ante la sede del OEVP bajo el lema de «No a la coalición con el racismo». LLos manifestantes se dirigieron luego hacia la sede de la Presidencia del país. El presidente austriaco, Thomas Klestil, anunciará hoy su decisión sobre el acuerdo de coalición alcanzado por los conservadores de Wolfgang Schuessel y la extrema-derecha de Joerg Haider; personalmente, el jefe del Estado se opone a la entrada de los liberales en el Gobierno, pero su margen de maniobra es extraordinariamente estrecho.

Haider y Schuessel se entrevistaron ayer con el presidente para presentarle el acuerdo de coalición, por el cual los ultraderechistas se hacen con el cargo de vicecanciller y con los ministerios de Finanzas, Justicia, Defensa, Asuntos Sociales e Infraestructuras, mientras que los conservadores ocupan la Cancillería y las carteras de Interior, Asuntos Exteriores, Economía, Agricultura y Educación.

Al término del encuentro, Haider afirmó que a Klestil «le ha gustado bastante el programa» de Gobierno pero ha pedido mayores precisiones. Fuentes de la Presidencia austríaca anunciaron que Klestil aceptará la coalición de Gobierno, pero con la firma previa de un documento en el que se asumirá el respeto a los valores democráticos. Pero la incógnita del nuevo Gobierno se mantendrá hasta hoy. «El FPOE no es un partido nazi, pero desgraciadamente los más altos representantes de ese partido siguen utilizando un lenguaje que les descalifica para el desempeño de cualquier función política», indicó Klestil en declaraciones al semanario «News», que se publicarán hoy.