Jörg Haider (izquierda) y Wolfgang Schuessel, anunciaron anoche la consecución de un programa conjunto de Gobierno.

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JUAN CARLOS BARRENA - VIENA A pesar de las intensas presiones del extranjero y haciendo caso omiso a las amenazas vertidas por la UE, Haider y el ministro de exteriores en funciones y líder de los populares Wolfang Schüssel confirmaron anoche en Viena su intención de llevar adelante su alianza de gobierno, tras sellar formalmente un pacto en ese sentido al término de las negociaciones entre ambos partidos.

«Nos hemos puesto de acuerdo sobre los contenidos de un programa de reformas para Austria» para los «cuatro próximos años de legislatura», que será presentado hoy al presidente de la Nación, dijo Schüssel, quien deberá ahora tratar de convencer a los socios de la UE de las buenas intenciones de su coalición con Haider.

Acompañado por Haider y escoltados ambos por sendos banderines de Austria y la Unión Europea que habían sido colocados sobre la mesa, Schüssel admitió que «nos enfrentamos a una difícil fase de transición», aunque se mostró convencido de que los dos partidos han acordado lo mejor para el futuro del país. «Debemos intentar el cambio», manifestó por su parte Haider, quien subrayó que «el ambicioso programa de reformas» podrá contar con el apoyo de «una amplia mayoría de 104 diputados» en la cámara baja austriaca. Además de mostrarse «satisfecho por lo que hemos conseguido», el polémico líder populista aseguró que el documento de más de 100 páginas negociado por FPOE y OEVP «supondrá una ganancia para los ciudadanos, que han vivido todos estos años bajo el yugo de la proporcionalidad», en referencia al tradicional reparto de cargos oficiales entre los dos grandes partidos tradicionales austriacos.

La última palabra a la hora de dar luz verde al pacto de Gobierno corre ahora por cuenta del Presidente de Austria, Thomas Klestil, quien podrá introducir en el documento sus propias enmiendas e incluso rechazar a alguno de los candidatos a las carteras ministeriales. Aunque sumamente improbable, los observadores políticos en Austria no descartan que Klestil de la sorpresa al negar el mandato de Gobierno a la coalición conservadora y ordene la formación de un gabinete de expertos o un equipo ejecutivo de unidad nacional a la suiza con representantes de todos los partidos.