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Los principales aspirantes a alzarse con las candidaturas demócrata y republicana a la Presidencia de EE UU salen reforzados del primer asalto electoral en los «caucus» de Iowa, que se cobró, además, a su primera víctima. A sólo una semana de las primarias de Nuevo Hampshire, el gobernador de Texas, George W. Bush, y el vicepresidente de EE UU, Albert Gore, reivindicaron su condición de favoritos en el «caucus» celebrado el martes.

En el lado de los perdedores, el senador Orrin Hatch, un republicano de Utah que preside el Comité Judicial del Senado, se retirará de la contienda electoral después de conseguir sólo el 1 por ciento de apoyo en Iowa, señalaron ayer sus asesores. Esos «caucus», que marcan el arranque del largo proceso electoral estadounidense que concluirá con los comicios del próximo 7 de noviembre, dieron dos claros vencedores: el vicepresidente Gore en el bando demócrata (65%) y el gobernador de Texas (41%) en el republicano.

El estado de Iowa no es, sin embargo, representativo de la diversidad racial e ideológica de Estados Unidos, pues su población es mayoritariamente blanca, vive en zonas rurales y tiene una ideología conservadora. Además hay que remontarse a 1976 para que uno de los candidatos que vencieron en esos «caucus», el demócrata Jimmy Carter, llegase a ser presidente del país (hace ocho años, Bill Clinton no llegó al 3%).

Aunque su resultado no puede considerarse en ningún caso como definitivo, este año ha dado fuerza a los dos grandes favoritos, que se presentarán el próximo 1 de febrero a las elecciones primarias de Nuevo Hamphsire con mayor tranquilidad.