Última foto del dictador Pinochet en el interior de un vehículo después de haber sido examinado por los médicos en Londres.

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EFE/FRANCE PRESS - LONDRES El Gobierno británico negará la solicitud de extradición del general chileno Augusto Pinochet a España, por considerar que su estado de salud no le permite ser juzgado por los crímenes de que le acusa el juez español Baltasar Garzón, según un comunicado del Ministerio del Interior británico. «El senador Pinochet no está en condiciones para ser juzgado y no se puede esperar ningún cambio en esta opinión», dijo el comunicado del Ministerio británico del Interior, cuyo titular es Jack Straw. «En estas circunstancias», según el comunicado oficial, el ministro Straw «se inclina» a no autorizar la extradición de Pinochet que solicita España. Sin embargo, durante los próximos siete días sí «se admitirán los argumentos de todas las partes interesadas en el caso», como son Chile, España, representantes de las víctimas de la dictadura de Pinochet (1973-1990) y Amnistía Internacional (AI).

Esta decisión parece abrir la puerta a la liberación de Pinochet por motivos humanitarios. El Gobierno británico anunció esta decisión después de que, a instancias del Gobierno chileno, el senador vitalicio y ex jefe de estado de facto, que cuenta con 84 años, fuera examinado el pasado día 5 durante siete horas por un equipo de cuatro médicos. Tras esta exploración, los médicos formularon un informe «inequívoco y unánime» en que opinan que Augusto Pinochet no está en condiciones para ser sometido a un juicio.

Pinochet fue detenido en Gran Bretaña en octubre de 1998, a solicitud del juez Garzón, de la Audiencia Nacional, alto tribunal español especializado en delitos graves, cuando tuvo que prolongar una visita rutinaria a Londres debido a la necesidad de operarle de una hernia discal. Desde entonces, el caso ha levantado una gran polémica y ha empañado las relaciones bilaterales de Chile tanto con el Reino Unido como con España. Como ejemplo, la ausencia del presidente chileno Eduardo Frei de la última cumbre Iberoamericana, en La Habana, se debió a una protesta chilena por este contencioso.