TW
0
EFE - SHEPHERDSTOWN Las conversaciones entre Siria e Israel, los tradicionales enemigos, han entrado en una aparente crisis en su cuarto día en la histórica ciudad de Shepherdstown, aunque se espera que el presidente estadounidense, Bill Clinton, logre que esta situación se supere. Clinton pensaba acudir anoche, por tercera vez a Shepherdstown (Virginia Occidental), con la intención de que su presencia obligue a las partes a apresurar un acuerdo, que muchos analistas de Washington consideran poco probable en esta oportunidad. Dentro de este marco, el ministro de Exteriores de Siria, Faruk el Chará, se reunió ayer con la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright.

Tras esa cita, un funcionario sirio informó de que Chará había hablado, entre otros temas, sobre la necesidad de que las conversaciones conduzcan a un acuerdo general, es decir, que incluya todos los asuntos que se pretenden discutir y pactar por separado. Ninguno de los comités formados para discutir acerca de seguridad, recursos hídricos, devolución de los Altos del Golán y fronteras celebraron las reuniones de trabajo previstas para ayer.

Una fuente estadounidense cercana a las conversaciones dijo que la actividad se está desarrollando de forma demasiado lenta, lo cual ha despertado alguna preocupación en el Gobierno de EE UU, aunque un portavoz del Departamento de Estado reiteró un moderado optimismo oficial a pesar de las dificultades «en un asunto tan complejo».