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EFE - SHEPHERDSTOWN Israel y Siria empiezan ayer una fase decisiva de sus negociaciones de paz, en la que contarán con la mediación activa del presidente de EEUU, Bill Clinton, quien espera sentar las bases para un principio de acuerdo entre ambos países. Tras las conversaciones preliminares de Washington de diciembre, que rompieron el hielo entre ambos países, el Gobierno estadounidense está convencido de que estas negociaciones son una ocasión única para lograr la paz. En las negociaciones del mes pasado comenzó a gestarse el marco de las negociaciones, y ahora las dos partes «tienen que negociar los asuntos difíciles», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart. Pero a pesar de estas elevadas expectativas, Washington se esfuerza en mantener un tono muy prudente y se conforma, por ahora, con lograr «progresos hacia la reducción de las diferencias» entre ambas partes, según dijo el portavoz del departamento de Estado, James Rubin.

Clinton será el árbitro de las negociaciones, que se celebrarán en esta pequeña ciudad de Shepherdstown, en el estado de Virginia Occidental, a unos 105 kilómetros al oeste de Washington. El presidente estadounidense cree que «estamos en una ocasión histórica para lograr una paz duradera entre Israel y Siria, y entre Israel y todos sus vecinos árabes», añadió Lockhart. El marco ha sido elegido para apartar a los negociadores del ruido y los focos de la atención mundial, según el mismo esquema que logró los acuerdos de Camp David (entre Israel y Egipto) o de Wye (entre Israel y los palestinos). Las negociaciones se celebrarán en un hotel de la ciudad, aunque el programa y el sistema de conversaciones todavía no se ha cerrado.