Familias enteras salen de Chechenia, huyendo de los bombardeos rusos.

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TAGUIR SALÀYEV - NAZRÀN Los combates se intensificaron ayer en Grozni, la capital chechena, donde las fuerzas federales chocan con una resistencia mucho mayor que la esperada. «A medida del avance, la resistencia es cada vez más encarnizada», reconoció ayer Bislán Gantamírov, jefe de las milicias chechenas pro rusas, convertidas en la fuerza de choque del Ejército ruso en la capital de Chechenia.

Gantamírov, sacado hace un mes de la cárcel por el Kremlin para liderar la oposición a las autoridades separatistas chechenas, aseguró que sus hombres controlan totalmente el distrito de Staropromyslovski de Grozni.

«Los días de los guerrilleros están contados y no habrá misericordia para ellos», recalcó el jefe de las milicias pro rusas, quien insistió en que Grozni será liberado «antes de fin de año».

Sin embargo, el avance de las tropas federales se ve dificultado por la resistencia de las guerrillas islámicas, lo que obligó al mando ruso a reanudar ayer los bombardeos sobre la capital chechena. La reanudación de los ataques aéreos contra Grozni son un signo claro de que la ofensiva federal se ha empantanado.

En opinión del líder de la diáspora chechena, Malik Saioduláyev, los combates por la capital de Chechenia pueden prolongarse varias semanas. «La guerrilla está mucho mejor preparada y pertrechada que en la guerra pasada», explicó Saidulayev, quien sostuvo que la captura de Grozni se cobrará un elevado número de víctimas, tanto entre los combatientes como entre los civiles que permanecen en la ciudad, entre 15.000 y 40.0000 según diversas fuentes.

El mando militar ruso insistió ayer en que no hay plazos establecidos de antemano para la captura de Grozni, pues se trata de minimizar las bajas entre las tropas y las víctimas entre la población civil.

El primer ministro ruso, Vladímir Putin, afirmó tras una reunión en el Kremlin con el presidente Boris Yeltsin: «Todo se desarrolla en Grozni de acuerdo con lo previsto: tal como dijimos, así lo haremos». «Grozni será defendido hasta el último hombre», afirmó ayer el presidente de Chechenia, Aslán Masjádov, en un mensaje difundido por la televisión local, que aunque de manera intermitente continúa funcionando.