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ALBERTO GARCÍA - MIAMI Indignada y desconcertada, la comunidad de exiliados cubanos considera que el gobierno estadounidense ha cedido al «chantaje» de Cuba y teme que pueda devolver el niño náufrago a la isla.

El caso de Elián González, de seis años de edad, dio un giro inesperado cuando el Departamento de Estado reconoció ayer el derecho del padre del menor, Juan Miguel González Quintana, de mantener su reclamación para que su hijo sea devuelto a Cuba.

A pesar que el Gobierno norteamericano rechaza a la vez cualquier ultimátum o plazo dado por el de La Habana para devolver el niño, grupos del exilio cubano consideran que Washington quiere aliviar la tensión entre los dos países. Y, especialmente, evitar que se cancele en represalia la próxima ronda de negociaciones migratorias, prevista para el 13 de diciembre en La Habana.

Estados Unidos quiere prevenir a toda costa que de esta nueva crisis surja un nuevo éxodo de cubanos hacia Florida, espontáneo o planeado, según los analistas. Desde que se anunció que el gobierno norteamericano reconocía la custodia del niño a su padre biológico y que ni siquiera era necesario que viajara a Miami para demostrarlo, la comunidad de exiliados cubanos en Miami se ha levantado en armas para evitar su regreso a Cuba.