Los separatistas islámicos de Daguestán, desmoralizados por sus
numerosas bajas y la falta de pertrechos, reclaman un pasillo para
retirarse a Chechenia, afirmó ayer el mando de las tropas rusas en
aquella República. «La guerrilla registra importantes bajas. No ha
obtenido el apoyo que esperaba por parte de la población local y
sufre una derrota militar en tierra de Daguestán», dijeron a la
prensa en la capital de la República fuentes del mando federal.
Funcionarios del Ministerio ruso de Interior, que junto al de
Defensa coordina la «operación antiterrorista», dijeron que los
extremistas, acorralados en las montañas, «pretenden la apertura de
un pasillo para retirarse a Chechenia». Con este fin, recurren al
«chantaje» y «amenazan con perpetrar una serie de acciones
terroristas en las vecinas repúblicas rusas del Cáucaso» y con
provocar un nuevo estallido del conflicto étnico entre Osetia del
Norte e Ingushetia, dijeron las fuentes.
Pero las tropas federales continúan sus ataques con aviación y
artillería pesada contra las posiciones de los separatistas,
atrincherados en varios poblados del distrito daguestaní de Bótlij,
en la frontera con Chechenia. Tan sólo en las últimas 24 horas un
centenar de extremistas murió bajo los bombardeos de las fuerzas
federales, que también destruyeron un depósito de municiones de la
guerrilla. El Ejército ruso y las milicias daguestaníes lograron
cortar las principales vías de aprovisionamiento de la guerrilla e
impedir la entrada de caravanas con municiones, alimentos y
medicinas desde Chechenia.
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