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Un mes después del fin de los bombardeos de la OTAN, el movimiento de protesta popular se extiende en Serbia, donde la oposición quiere lograr la renuncia de Slobodan Milosevic, pese a las amenazas de represión policial.

Las manifestaciones, que comenzaron en el sur, llegaron a Voivodina (norte), donde ayer se preveían nuevos mítines en Zrenjanin y hoy en Subotica. Este último fue convocado de forma conjunta por la oposición húngara y serbia local.

En Jagodina (100 kilómetros al sudeste de Belgrado), la Alianza para los Cambios (SZP), dominada por el Partido Democrático (DS) de Zoran Djindjic, hizo un llamamiento a un mitin, ya que el que había previsto realizar en Sabac fue postergado hasta el 26 de julio.

Por otra parte equipos de investigación forense británicos han encontrado en Kosovo una nueva fosa común con los cadáveres de veinte personas -entre ellos once niños-, asesinadas de disparos a bocajarro, informó ayer, martes, el ministro británico de Asuntos Exteriores, Robin Cook.

Los cadáveres de los menores -siete niñas y cuatro niños de edades comprendidas entre los dos y los 16 años- fueron hallados en la aldea de Celine, en el suroeste de la provincia serbia.

Además se encontraron los cuerpos sin vida de ocho mujeres, de entre 19 y 58 años, y al menos el de un anciano.