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FRANCE PRESS - INDIA La región indo-pakistaní de Cachemira fue ayer escenario de graves tensiones por segundo día consecutivo, con combates abiertos de artillería entre Nueva Delhi e Islamabad, que aseguró haber abatido en la disputada provincia dos aviones de su vecino y tradicional enemigo.

India reconoció haber perdido dos aparatos durante sus bombardeos contra las posiciones de la guerrilla independentista musulmana, que, según asegura, cuenta con el apoyo directo de Pakistán. No obstante, aseguró que sólo uno de los dos aviones fue abatido por las fuerzas de su oponente.

Ambos países se acusan mútuamente de ser responsables de la escalada de tensión en Cachemira, «manzana de la discordia» que ha provocados dos de las tres guerras entre los dos vecinos desde la independencia de ambos en 1947.

Según los datos difundidos por el Ejército indio, que inició el pasado miércoles una ola de bombardeos sin precedentes contra los milicianos infiltrados en la provincia por Islamabad, un «MiG-27» fue abatido por un misil tierra-aire paquistaní, cuando buscaba al piloto de un «MiG-21» que consiguió eyectarse antes de que el aparato se estrellase a causa de un fallo mecánico. No obstante, Pakistán afirma haber abatido dos «MiG-27» indios en su espacio aéreo, matando a uno de los pilotos y capturando al segundo. Nueva Delhi, que busca a ambos militares, asegura que el incidente se produjo en la parte india de Cachemira, y, en este sentido, acusa a Islamabad de haber cometido un «acto de provocación». En respuesta, Pakistán denuncia que varias bombas indias cayeron en su territorio.

Nueva Delhi lanzó ayer una nueva ola de ataques aéreos, la tercera desde el pasado miércoles, contra la guerrilla introducida en Cachemira, según asegura, por Islamabad, al cubierto de los disparos de la artillería paquistaní que se iniciaron el pasado 9 de mayo en las regiones de Kargil y Drass.

El Ejército indio asegura que desde el inicio de esta operación, cerca de 170 milicianos de un grupo de unos 400 ha sido abatidos desde el inicio de la operación, que se ha saldado de momento con 17 muertos y 80 heridos en las filas indias.

El duelo entre ambas artillerías que se inició el 9 de mayo continuaban aún ayer, de forma intensiva por parte de Pakistán, según un responsable indio. Los combates han forzado la huida de la población, es especial de la ciudad de Drass, donde apenas quedan una docena de sus 10.00 habitantes.