El edificio ocupado por la embajada quedó parcialmente destruido.

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EUROPA PRESS - BRUSELAS Los aviones de la OTAN cometieron la madrugada del sábado el error más grave desde el inicio de los bombardeos sobre la República Federal de Yugoslavia al lanzar accidentalmente al menos dos misiles contra la embajada de China en Belgrado, en su ofensiva más importante contra la capital serbia.

En la calle Flor de cerezo de Belgrado, la bandera china ondea al viento entre los restos calcinados de lo que fue la embajada de China, alcanzada por misiles de la OTAN que causaron cuatro muertos y más de 20 heridos. Doce horas después del ataque accidental de la aviación aliada, los bomberos seguían intentando apagar las últimas llamas en el interior del edificio, en el que había unas 30 personas en el momento del ataque. El agregado militar chino fue retirado de los escombros en estado grave.

Las fachadas este y norte quedaron parcialmente destruidas y todos los vidrios estallaron. Treinta personas estaban en la embajada en el momento del ataque, indicó ante la prensa el agregado cultural chino, Liu Chichan.

La última jornada de la operación Fuerza Aliada fue la más intensa de ataques contra la capital serbia. Se atacó también el Hotel Yugoslavia, utilizado como centro de mando para operaciones en Kosovo bajo el control de Arkan, acusado por el Tribunal Penal Internacional de la Haya por cometer atrocidades en Croacia y Bosnia durante la guerra en la ex-Yugoslavia entre 1991 y 1995, así diversos organismos públicos.

Este grave incidente se suma al de Nis y pone en peligro los avances diplomáticos conseguidos por el G-8 para poner fin por la vía política al conflicto de Kosovo ya que complicará la búsqueda de un consenso en la ONU sobre una resolución del Consejo de Seguridad para el envío de una presencia internacional en Kosovo ya que China tiene poder de veto y siempre se ha mostrado en contra de la intervención de la OTAN en Yugoslavia.

Pekín ya expresó el viernes sus reservas sobre este acuerdo. «Estimamos que ninguna solución debe excluir a Yugoslavia», había declarado un portavoz del Ministerio de Exteriores, pidiendo que se «respete la soberanía y la integridad territorial de Yugoslavia». China, que fue objeto de sanciones internacionales tras la masacre de Tiananmen en 1989, es, por principio, hostil a cualquier intervención contra un Estado soberano.

La Alianza Atlántica espera que este ataque a la embajada China no eche por la borda los progresos diplomáticos. En este sentido, el emisario especial ruso para los balcanes, Víctor Chernomirdin, aseguró que Rusia no interrumpiría la misión mediadora aunque estos errores «no ayudaban a la paz en las Balcanes».