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El presidente del Gobierno, José María Aznar, anunció ayer, durante su intervención en el Congreso para informar de los resultados de la Cumbre de la OTAN, que en el supuesto de que se produzca una escalada del conflicto que determine la necesidad de utilizar otros medios, como una intervención terrestre, comparecerá de nuevo ante el Congreso para informar y que se produzca el debate correspondiente.

Respecto a los esfuerzos diplomáticos, Aznar aseguró que sólo el cumplimiento de las cinco condiciones acordadas por la comunidad internacional pueden producir el avance de cualquier solución diplomática. Recalcó, además, que la contribución rusa es «indispensable» para la búsqueda de una solución y anunció que tanto el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, como él mismo, viajarán a Rusia para tratar, entre otros asuntos, de la crisis de Kosovo.

Explicó la necesidad de adaptar la OTAN a la nueva situación «radicalmente diferente» a la de los años 50. En este sentido, defendió la existencia de la Identidad Europea de Seguridad y Defensa en el seno de la Alianza y calificó de «fundamental» la definición de la nueva área euroatlántica, derivada del hecho de que la seguridad de los miembros no corre ya peligro por amenazas al territorio de los socios sino por riesgos que pueden surgir en todo ese área.

El candidato socialista a La Moncloa, José Borrell, subrayó, durante su intervención, que su grupo respalda, en lo fundamental, lo acordado en la cumbre de la Alianza y el apoyo al pueblo kosovar, pero aseguró que «con la misma firmeza», denuncia que se haya ignorado al Parlamento «no informando con la frecuencia y la profundidad necesarias» y subrayó que el Parlamento debe aprobar, y no sólo debatir, la posible participación terrestre de tropas españolas en Kosovo.