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El presidente de EEUU, Bill Clinton, endureció ayer el embargo económico contra Yugoslavia, mientras el mandatario de aquel país, Slobodan Milosevic, dejó en libertad a los tres soldados estadounidenses detenidos el 31 de marzo pasado en la frontera entre Macedonia y Kosovo.

Los soldados estadounidenses Andrew Ramírez, Steven González y Christopher Stone fueron entregados al reverendo Jesse Jackson quien, junto con otros 26 religiosos norteamericanos, viajó a Belgrado el miércoles pasado para gestionar la liberación de los militares, sin autorización de la Casa Blanca. El reverendo norteamericano llevará a EEUU una carta en la que Milosevic propone un encuentro directo con Clinton.

La Casa Blanca dio ayer la «bienvenida» a la liberación de los tres soldados, mientras que el portavoz del Pentágono, Ken Bacon, declinó comentar de momento si este gesto de Milosevic se puede interpretar como un cambio de rumbo de su política.

Clinton anunció ayer que el endurecimiento del embargo económico contra Yugoslavia pretende cortar el abastecimiento de petróleo y congelar los fondos y propiedades de ese país en EEUU.

Cáritas Española alerta ante un estallido social entre los refugiados
El director de Cooperación Internacional de Cáritas Española, David López, señaló ayer que «el estallido social» está a punto de llegar entre los ciudadanos kosovares debido a la gran concentración de desplazados, en las fronteras y en los campos de acogida, que huyen de la limpieza étnica protagonizada por el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. «Esto va a generar un estallido social» que hace en su opinión que la polémica que ha levantado el dinero destinado por el Gobierno español para la ayuda a la zona en conflicto sea «un sinsentido».