El número de muertos por el atentado perpetrado el viernes en el
céntrico barrio londinense de Soho se elevó ayer a tres, al
fallecer ayer por la tarde en un hospital londinense uno de los
heridos graves.
Mientras tanto, la Policía británica busca frenéticamente a los
autores del ataque, reivindicado por un grupo neonazi, bajo la
intensa presión de asociaciones antirracistas que piden la
prohibición de grupúsculos de extrema derecha. De hecho, la
Asamblea Nacional contra el Racismo pidió ayer al primer ministro,
Tony Blair, que adopte medidas legislativas para «prohibir» los
grupos neonazis.
Scotland Yard indicó ayer haber detenido a cinco personas, si
bien en este momento mantiene retenido únicamente a un sospechoso,
de unos 20 años.
La policía precisó que el joven detenido se «parece mucho» al
«hombre de la gorra» que aparece en las imágenes que grabaron las
cámaras comerciales en los anteriores atentados, los de Brixton y
Brick Lane.
La explosión de una bomba de clavos el viernes por la tarde en
un pub frecuentado por homosexuales, situado en este barrio
turístico, zona habitual de copas, se ha saldado hasta ahora con
tres muertos y unos 130 heridos. Veinte de estos heridos están
todavía hospitalizados, cinco de ellos en estado muy grave, según
un último balance.
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