Una columna de vehículos, aparentemente de civiles, de una longitud
entre 20 y 25 kilómetros está en movimiento cerca de Pristina y se
dirige al sur de Kosovo, según indicó ayer Ron Redmond, portavoz
del ACNUR. «Hemos recibido informaciones no confirmadas de
diferentes fuentes según las cuales una larga columna de vehículos,
parece que de civiles, se encuentra en la zona de Pristina y se
dirige hacia el sur», explicó Ron Redmond.
El flujo de kosovares hacia Albania ha cesado casi por completo
en las últimas horas, aunque la Organización para la Cooperación y
la Seguridad en Europa (OSCE) asegura que la frontera con Kosovo
continúa abierta, las autoridades albanesas afirman que ha sido
cerrada. El ministro albanés de Asuntos Exteriores, Pascal Milo,
afirmó ayer que el cierre de la frontera albano-yugoslava tiene
como objetivo «impedir a los albaneses de Kosovo que entren en su
madre patria, tras la limpieza étnica, el genocidio, asesinatos e
incendios que cometen los serbios».
Sin embargo, Florin Barbu, representante de la OSCE en la
frontera albano-yugoslava, informó de que «a las 10'00 horas de
ayer entraron en Albania por el paso de Morina dos familias con un
total de nueve personas». Según Barbu, la entrada de estas dos
familias es una señal de que la frontera sigue abierta.
Esta información se contradice con los datos recabados por el
ACNUR (Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados) en la frontera
albano-yugoslava. Daniel Endres, jefe de la misión del ACNUR en
Kukes, declaró ayer que esta organización está muy preocupada ya
que «los refugiados que entraron el domingo por la mañana nos
indicaron que había colas detrás de ellos de unos 13
kilómetros».
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