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El ex presidente del Gobierno Felipe González apoyó ayer una intervención terrestre de la OTAN en Kosovo, al considerar que en el conflicto de los Balcanes el problema es el líder serbio, Slobodan Milosevic.

González pidió la palabra, en el Comité Federal del PSOE -que se celebra a puerta cerrada-, para analizar el problema de Kosovo, instó a los ciudadanos a que «no se engañen», y señaló -según indicaron fuentes socialistas- que «mientras no se acabe con Slobodan Milosevic, no se acabará con el problema».

Felipe González consideró que el alto el fuego propuesto por Milosevic es «una maniobra de distracción», por lo que pidió «que nadie se confunda».
Realizó también una crítica a la falta de liderazgo del presidente del Gobierno, José María Aznar, y su postura de «no decidir nada sobre la crisis en los Balcanes», como líder de un país miembro de la OTAN.

Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente del Gobierno español expresaron ayer su determinación conjunta a seguir apoyando las acciones de la OTAN que, consideran, «debe mantener la firmeza» hasta que el régimen de Milosevic acabe con «la política de limpieza en Kosovo».

Al término de una reunión celebrada ayer en la residencia de descanso del primer ministro británico, tanto Blair como Aznar dijeron que la decisión de la OTAN está reafirmada por la declaración del secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien se mostró a favor de que Milosevic retire sus tropas de Kosovo y permita el regreso de los refugiados a sus casas.

Blair achacó las discrepancias con Rusia a una «diferencia de opiniones».