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EUROPA PRESS-KUKES La tensión sigue aumentando ayer en la frontera entre Albania y Kosovo, al recibirse informaciones de que los serbios y los albaneses han enviado fuerzas a la zona, después de que fuese cerrada a los refugiados, según responsables de la OSCE y de ACNUR.

El ejército yugoslavo colocó minas en el principal cruce fronterizo que lleva a Albania y está moviendo tanques y ametralladoras cerca de la frontera, en previsión de un ataque de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), indicó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Mientras tanto, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) dijo que había observado movimientos de camiones militares desde Kukes, donde todavía viven unos 100.000 refugiados, hacia el puesto fronterizo de Morina.

«No deseo especular, pero el cierre de la frontera es un movimiento táctico que plantea muchos interrogantes», dijo Harald Schenker, representante de la OSCE en Kukes. «No cabe duda de que la tensión aumenta», agregó.

Las autoridades yugoslavas cerraron la frontera albanesa el miércoles por la mañana, después de anunciar un alto el fuego unilateral y de pedir a los albaneses de Kosovo que regresaran a sus hogares.

En total, unos 300.000 refugiados llegaron a Albania desde que comenzaron los ataques de la OTAN contra Yugoslavia, y muchos de ellos cuentan historias horribles sobre las atrocidades cometidas por las fuerzas serbias que los expulsaron.

Estos movimientos serbios tuvieron lugar pocos días después de que las autoridades albanesas aprobaron el despliegue en su territorio de helicópteros norteamericanos «Apache», especializados en la destrucción de tanques, para estar listos en caso de un ataque contra el ejército serbio en Kosovo.

La llegada de los helicópteros, que será acompañada por varias fuerzas más, incluyendo a 2.000 soldados, no es inminente. Un militar norteamericano de alto grado aseguró ayer que el despliegue necesita más de dos semanas.

Los informes sobre tanques y ametralladoras fueron transmitidos por unos 25 refugiados que atravesaron la frontera en esta remota región de Albania, el miércoles por la tarde, después del cierre por sorpresa de la frontera.