Ayer se celebraron protestas en ciudades serbo-bosnias por la destitución de Nikola Poplasen.

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EFE/FRANCE PRESS - SARAJEVO El copresidente serbio de Bosnia, Zivko Radisic, ha decidiido poner «moratoria» (suspender) su cargo en la Presidencia tripartita bosnia (que comparte con un musulmán y un croata), en protesta por la decisión de un arbitraje internacional de declarar «distrito neutral» la ciudad de Brcko. La decisión hace temer el riesgo de caer en un vacío de poder.

La «moratoria» se refiere también a los demás representantes del ente autónomo serbobosnio, la República Serbia, en los órganos conjuntos de Bosnia-Herzegovina, integrados también por representantes de otro ente bosnio, la Federación musulmano-croata.

Una fuerte crisis política se desató el viernes, en la República Serbia (de Bosnia) después de que el mediador internacional para Bosnia, Carlos Westendorp, decidiera destituir al presidente autonómico, el ultranacionalista Nikola Poplasen, al acusarle de entorpecer el proceso de paz, y de que fuera extraída del ente serbio en un arbitraje internacional la estratégica Brcko, en manos serbias desde la guerra (1992-1995).

En protesta por la decisión sobre Brcko, dimitió el primer ministro en funciones serbobosnio, el moderado Milorad Dodik, hasta ahora el dirigente serbobosnio preferido de Occidente. Radisic calificó de «un ataque contra el orden constitucional y jurídico» del ente serbobosnio la decisión de Westendorp de destituir a Poplasen, elegido en los comicios de septiembre pasado, y consideró como «un fracaso del acuerdo de paz de Dayton» el laudo sobre Brcko.

Mientras, los albaneses de Kosovo «han prometido firmar» hoy el acuerdo de paz propuesto por la comunidad internacional, según indicó ayer en Londres el ex senador republicano estadounidense Bob Dole a su regreso de Macedonia. Mientras, serbios y albanokosovares continúan enzarzados en una escalada de violencia que sumó el viernes por la noche dos muertes al lento goteo de víctimas de este conflicto.